Tras la tempestad viene la calma, o eso dicen.
Ha sido un penúltimo episodio ciertamente tortuoso, a días correoso y a días precioso... los menos, precioso. Pero enriquecido como siempre de una nueva experiencia, y agradecido por ella.
Lo ideal sería haber terminado ya, pero la vida a veces no es ideal. Así que, con aceptacón de las decisiones tomadas, afrontaré estos últimos coletazos de este penúltimo episodio.
Y quién sabe, quizás en los créditos esté lo mejor de la película. Pensaré que si, porque sino la fuerza de levantarse pedirá 5 minutos más y estaré perdido.
16 de mayo de 2008
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