4 de abril de 2008

El Freno

Normalmente veo la vida cuesta arriba, veo todo como un coste. Algo ha cambiado.
Cuando dejé de luchar por intentar subir la cuesta de mis días. Observé que la cuesta es un llano, caminé ese llano sin miedo, y ahora veo que empieza una pendiente. Directa a la felicidad.

El camino estaba frente a mí, y siempre con la misma inclinación, era yo el que intentaba aferrarse a todas las cosas vividas. Y claro, con esa mochila de vida hasta el camino más sencillo puede convertirse en una cumbre.

Sé que la pendiente que veo ante mis ojos es ficticia, ya que nada en esta vida es fácil o no esta cargado de aprendizaje. Pero si soy sincero, necesitaba pensar por un momento que las cosas podían ser fáciles por una vez.

Sigo ahora, con los pies en la tierra y con mi corazón en pie. Buscando mi felicidad, que en consecuencia será la de mi gente.

Sigo ahora, sin sabotear mis zapatillas, mi espíritu y mi criterio.

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