4 de agosto de 2008

Al fin... el comienzo...

Después de tanto esperar, acabó la cuenta atrás... para muchas cosas y para otras... está a punto de finalizar. Quizás se pudo pensar que nunca llegarían estos días de mucho mirar, comparar, planear y soñar despierto; pero aquí estan.
Lo cierto es que siempre pensé, y afirmé, que dos mil ocho sería un año muy especial para mí y también para todos los que me rodean. De hecho lo esta siendo. Y como todo en la vida, de las maneras más insospechadas.
Aquí me hallo, frente a mi ballesta de las palabras. Enfermero me hallo, y dentro de poco emancipado.
Qué sendero desconocido se abre antes mis pasos, un sendero plagado de ilusión pero desconocido. No tengo miedo, dudas, ni resquemor. La vida siempre me ha dado la opción de ser feliz. Doy gracias por ello.
Y doy gracias a quien, a pesar de tantas tontas cosas, camina junto a mí desde hace algún tiempo. Puede que los objetivos se hubiesen logrado igualmente sin tener a alguien especial junto a mí, pero como dije tuve la opción de ser feliz. Y quiero compartir cada uno de estos momentos contigo, mi dama blanca.
Haces la vida, permíteme solo por hoy que robe unas palabras tuyas, más fácil.

Todo fluye desde que cambió el viento,
el rumbo sigue marcado. Pero todo fluye.
A veces no es necesario un mal rumbo para escorar,
otros factores como el viento, o el propio timonel pueden ser,
y son, el problema. Y es que la ciencia de la naútica felicidad es compleja.

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