11 de julio de 2008

No sé cómo...

Al igual que la tierra atrae a la Luna
Esa bella dama a mi me seduce.
Soy de la vida un amante,
una persona amada y amante.
Fui y en mis manos la potencia de ser.
Seré lo que seré pero ante todo,
y sobre todo, soy un lunático, si.
Un amante lunático.

El enemigo de mi enemigo...

"Siempre se dijo eso de que, en tiempos difíciles, el enemigo de mi enemigo es mi amigo. Y puede que esta vida, real y práctica, la realidad se imponga y esto se haga una realidad. Pero a uno, en su quehacer diario de la ciencia, le surgen algunas dudas.
Cuando uno ve enemigos alrededor, únicamente porque su percepción es su verdadera enemiga... ¿Con quién se alía este?"

Aquí esta la verdadera duda. Vivir un conflicto, solo porque alguien te dijo que debias estar alerta, o intentan cambiar el prisma bélico con el que has vivido tantos años.
Y dado que viviendo el conflicto no he llegado a ninguna parte, mas que a solitaria isla de la frustación social. Decidí hace poco cambiar el prisma. Hacer una comunión con mi yo más natural, el que siempre fuí y olvidé. Y la verdad es que me está yendo bien.
Quedáis todos invitados a recordar a vuestro cuerpo que una vez fuímos parte de la naturaleza.

3 de julio de 2008

Centinela.

"Un centinela siempre ha de estar atento, siempre preparado. Cuidando su fortaleza, y los bienes que esta albergan. Siempre atento al ataque enemigo, al interno y al externo, teniendo presente cual es su misión y su responsabilidad. Dando gracias por cada noche estrellada, por cada noche tranquila. Pero también dado gracias por cada tentativa enemiga, que le ayuda a estar alerta.
Con la vigilia como única compañera, la paciencia de escudo y el amor de fuerza."

"Desde mi atalaya nocturna guardaré los castillos.
Él de mis desvelos, mis ilusiones y mis pensamientos.
Él de la salud de aquellos que no tuvieron tanta suerte en la partida de hoy."

Realmente es una suerte la vida, para mí buena suerte a día de hoy. Gracias.

2 de julio de 2008

Nostalgía de un San Pedro cualquiera.

Acabaron los festejos en honor a San Juan, y comenzaron las noches de color y sonido. Pasaron cenas de confirmación de lo sabido. Y llegó el gran día de San Pedro.
Un 29 de junio de 2008 cualquiera, en que se consiguieron logros deportivos, se exhibieron los últimos fuegos de artificio y como no se celebro el Día de San Pedro.
Gente corriente abarrotó lugares públicos y abandonó otros, el nosocomio siguió con su eterna andadura errante, errática. Y yo, pequeño observador del devenir del día, me olvidé de tanto estruendo de pólvora, y liberación de frustaciones, y me quedé mirando la Luna.
Luna, mi dama blanca, que a pesar de estar en su cuarto menguada por el hastío de la cotidianidad de las obligaciones. Lucía tan bella, o más, como todas las noches de los últimos noventa días de mi vida, su vida.
Hace ya tres meses que tengo el telescopio situado en el cuadrante de la felicidad. Y doy gracias a la vida por haberme orientado hacia esta Luna que me irradia de ensueño y magia.

"Si navego, me perderé.
Feliz pérdida.
En el día o la noche,
erraré mi rumbo.
No, no soy mal marinero.
Es mi sextante,
que, de piel y alma,
que solo me indica el rumbo hacia la Luna."

Magos y Burócratas

"El Gran Mago de los Trámites abrió sus manos, y tras unos cuantos trucos... zass... convirtió al pequeño artesano de la masa en panadero del reino. Y es que no cualquiera podía ostentar esta distinción.
La vida cambió desde entonces para este humilde sirviente de la corte. Fué feliz junto a su esposa y su prole traslado su hogar a Palacio. Y tras una longeva vida llena de intensos momentos, murió plácidamente."

Y yo me pregunto, si una persona ya sabe hacer pan antes de ser panadero del reino, ¿qué clase de místico poder le infundió el Gran Mago de los Trámites? Nunca lo sabremos.
Pero al igual que en el reino imaginario, en la vida real también hemos de supeditarnos al que maneja los trámites. Y no, no es un Gran Mago solo un Gran Burócrata, al que habrá que darle casí cuatrocientas razones para que nos infunda, expida, el místico título. Que por cierto, acredita ciertamente la asistencia y no la valencia.
También, en la vida real, tu vida cambia tras la ciencia infusa administrada por el Gran Burócrata de los Trámites.
Y sosteniendo la balanza, tan solo nos queda perdonar a todos aquellos que nos timaron vilmente y vivir ese futuro, ya presente, tan prometedor.